Eran en torno a las 20 horas, poco más, del pasado sábado y, tras la Misa previa, cruzaba el dintel de la puerta de nuestra parroquia la Cruz parroquial para comenzar a discurrir la procesión de nuestro Corpus Christi y acercar a Cristo Vivo a toda la feligresía.
Esto no ocurría desde el año 2019 por los motivos de sobra conocidos. Por ello, ha sido una salida muy especial y esperada.
Así las cosas, quisiéramos aprovechar estas líneas para agradecer de corazón la colaboración a todas las personas y entidades que han hecho realidad esta vuelta a la normalidad cofrade de manera tan especial en este año.
No queremos dejarnos a nadie atrás, pero sí agradecer nominativamente al Excmo. Ayuntamiento de la ciudad, con su alcalde a la cabeza, por estar siempre atentos a nuestras peticiones; a la Policía Local; a nuestros hermanos en general, con insignia, con palermo, capataces, costaleros,...; a todos los grupos parroquiales por su presencia tanto en los cultos al Santísimo Sacramento como en el citado Corpus: al coro por sus sentidos cantos, a la querida Hermandad de la “Santa Cruz” por su apoyo inestimable, por su grata presencia y por ese tradicional y bellísimo altar que montaron en la puerta de su Capilla y a la hermana Agrupación Parroquial de las “Tres Caídas” por acompañarnos en cada acto; a nuestra estimada Banda de Música “Santa Ana” de la ciudad por estar siempre a nuestro servicio; a todos los feligreses y vecinos por su apoyo, montaje de altares, adorno de calles; y a todos los colaboradores en general.
Así las cosas, dejamos igualmente constancia de un agradecimiento muy especial, cómo no éste va dirigido a nuestro párroco, quien además este año ha sido el I Meditador Eucarístico en las vísperas de la festividad. Sin él, nada habría sido posible.
Hasta aquí este comunicado, no sin antes invitaros a todos a seguir honrando a Jesús Sacramentado con nuestra necesaria visita a cualquier Sagrario del mundo, para así llenarnos de su Presencia Real.
¡Alabado sea Jesús Sacramentado!